Nochevieja'10 vol.1: Conociendo a Fanny
Porque Fanny (que un día por casualidad llegó a mi blog) y yo nunca nos habíamos visto y, en realidad, apenas habíamos intercambiado unas cuantas llamadas cuando dije que este año me iba a montar un planazo por Nochevieja. Y no sé si ella lo sabrá, pero justamente he descubierto recientemente que nuestro primer intercambio de e-mails fue el 31 de diciembre de 2009. ¡Qué coincidencia!
Y, como ella ya me había dicho cuando estuve en Roma que era una buena compañera de viaje y que la próxima vez contara con ella, ¿por qué iba a negarme cuando se ofreció a ser mi compañera de planazo nocheviejil?
Pues en esas estábamos, sin habernos visto más que en la foto pequeñita del messenger en alguna ocasión (en realidad sólo recuerdo UNA ocasión y de eso ya hacía bastante) cuando me fui a recogerla a la estación.
Y el plan... pues faltó nada para irnos a Verona, y luego casi nos vamos a Marrakech y después por poco nos vamos a Casablanca e incluso hicimos un intento (muy fugaz dados los precios) de ir a Canarias. Pero al final, viendo los precios por un lado y las calidades de los sitios que podíamos permitirnos por otro, le envié un e-mail a Fanny y le dije: "¿Y si por el mismo precio en vez de dormir en algún hotelucho de mala muerte, nos quedamos en España y nos dedicamos a que nos den masajitos y a relajarnos en plan "porque yo lo valgo"?". Y al parecer a ella le estaba rondando más o menos la misma idea.
Así que después de mucho buscar a contrarreloj y justo después de que creyésemos que tendríamos que debatirnos entre el cuarteto de cuerda durante la cena y el hotel moderno y cómodo, Fanny se sacó de la manga una oferta buenísima en un hotel nuevecito con un spa impresionante.
Y así llega el día en que tengo que ir a por ella a la estación entre bromas sobre flores en la solapa. Pero no sólo la reconozco al instante sino que las cinco horas de charla ininterrumpida que tuvimos desde el mismo momento en que se subió a mi coche sirvieron para ver que la impresión que me había forjado de ella era cierta.
Fanny es una chica guapa, inteligente, de vibrante conversación, con multitud de inquietudes, desde estudiar árabe o serbio (supongo que para añadirlos a la lista de los cuatro idiomas que ya habla) hasta el voleibol, pasando por las clases de piano. Y nos parecemos mucho en muchas cosas, pero discordamos en eso que dice de sí misma de que es una andaluza sosa. No lo es. Para nada. Un partidazo, vaya. No me explico que siga soltera y sin compromiso... Si yo fuera un chico con algún interés especial en ella, me espabilaría antes de que me la quitasen...
Como la noche antes de su llegada ella había trasnochado (por motivos más que justificados, "MUCHO MÁS que justificados" me atrevería a decir...) y dado que era la una de la madrugada y al día siguiente pretendíamos salir temprano hacia nuestro "retiro espiritual", tuvimos que conformarnos con ponernos al día en esas cinco horas sólo de lo básico y acostarnos.
Al día siguiente empezó nuestro planazo.