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Top 20 de canciones que no puedo escuchar sólo una vez

No digo que sean mis canciones favoritas en el mundo (algunas sí), pero he aquí una lista de canciones que cuando las escucho, n-e-c-e-s-i-t-o volver a darle al play y observad qué variadas pueden ser:


1.- Everybody's changing, de Keane.



Podría pasarme la vida entera cantando el estribillo.


2.- Hoy puede ser un gran día, de Joan Manuel Serrat.



Mi canción del buen rollo, la del "Carpe diem". Me pone las pilas. Hoy puede ser un gran día, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti. Y no dosifiques los placeres, si puedes, ¡derróchalos!.


3.- One more night, de Phil Collins.



Phil Collins tiene muchas que me encantan. Pero ésta es de las que podría escuchar una y otra vez.
I've been sitting here so long, wasting time, just staring at the phone. I was wondering, should I call you? Then I thought: "maybe you're not alone..." Ufff...

4.- La Bohemia, de Charles Azanavour.



Aparte de lo magistralmente bien cantada que está, me apasiona esta canción, su melodía... Teníamos salud, sonrisa, juventud, y nada en los bolsillos...


5.- Look what you've done, de Jet.



Give me back my point of view, 'cause I just can't think for you.


6.- Mi guitarra y vos, de Jorge Drexler.



Uno sólo conserva lo que no amarra... Me encanta Drexler, todo lo que dice en sus canciones, tan llenas de letra, elijo ésta pero podría poner muchas más.


7.- Love of my life, de Queen.



Mi pasión por Queen es archiconocida. ¿Qué podría decir de la voz de Freddie Mercury aparte de que me pone los pelos de punta? Versión en directo en el mítico Wembley'86. Lo que habría dado por estar ahí...
You will remember when this is blown over, and everything's all by the way. When I grow older, I will be there at your side, to remind you how I still love you...


8.- El breve espacio en que no estás, de Pablo Milanés.



La canción que querría que alguien hubiese escrito para mí...
La prefiero compartida, antes que vaciar mi vida. No es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé.


9.- Creep, de Radiohead.



Ésta ni siquiera puedo escucharla dos veces, han de ser tres... o cuatro... Me encantan esas guitarras en distorsión.
You float like a feather, in a beautiful world. I wish I was special, you're so fuckin' special.


10.- De cartón piedra, de Joan Manuel Serrat.



Sí, de Serrat hay dos... y porque me contengo... Aún recuerdo la primera vez que escuché (o al menos, que comprendí) la letra de esta canción. Era muy niña aún y mi padre me llevaba al colegio. No comprendía cómo un hombre podía enamorarse de un maniquí y mi padre hacía esfuerzos por explicarme que esas eran las cosas que tiene la locura... Pero supongo que para una niña nada de eso tiene mucho sentido...
Juega a las cartas que le da el momento, "mañana" es sólo un adverbio de tiempo...


11.- The way we were, Barbra Streisand.



Preciosa película, impresionante voz y melodía...
Can it be that it was all so simple then or has time rewritten every line. If we had the chance to do it all again, tell me, would we? could we?


12.- Everybody hurts, de R.E.M.



Esta canción tiene una curiosidad, de la que hablaré en una próxima entrada. En cualquier caso, desgarradora canción con un gran mensaje.
When you think you've had too much of this life, well hang on.


13.- Ríe cuando puedas, de El Chojin.



Una canción llenita de verdades. Necesaria de vez en cuando para relativizar las cosas...
Quizás la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.


14.- Nobody does it better, de Carly Simon.



Ay, cuántas veces he cantado a voz en grito esta canción. Una de mis preferidas para la ducha, por cierto...
And nobody does it better, though sometimes I wish someone could. Nobody does it quite the way you do, why'd you have to be so good?


15.- A la sombra de un león, de Ana Belén y Joaquín Sabina.



Otra de amores locos... Esta vez el interno de un psiquiátrico que se escapa y se enamora de La Cibeles.
Cayó como un pájaro del árbol cuando sus labios del mármol le obligaron a soltar. Quedó
un taxista que pasaba mudo al ver como empezaba la Cibeles a llorar.

16.- Fever, Ella Fitzgerald.



Imposible no chasquear los dedos al ritmo. La he cantado y la he bailado en mi habitación cientos de veces.
You give me fever when you kiss me, fever when you hold me tight.


17.- Miedo, de MClan.



Miedo, de quererte sin quererlo, de encontrarte de repente, de no verte nunca más.


18.- Your body is a wonderland, de John Mayer.



Sencilla y preciosa, me encanta.
'Cause if you want love, we'll make it. Swim in a deep sea of blankets. Take all your big plans and break 'em. This is bound to be a while

19.- Sólo pienso en ti, de Víctor Manuel.



Los dos son discapacitados psíquicos y ambos viven internos en un centro de salud mental. Y están enamorados...
Si se miran bien, les corren mil hormigas por los pies. Ella le regala alguna flor y él le dibuja en un papel algo parecido a un corazón. Sólo pienso en ti, sólo pienso en ti.


20.- The reason, de Hoobastank.



I'm sorry that I hurt you, it's something I must live with everyday. And all the pain I put you through, I wish that I could take it all away and be the one who catches all your tears.


BONUS:

21.- You oughta know, de Alanis Morissette.



En realidad no es esta canción, es el disco entero de Jagged Little Pill (aún llevo el original de 1995 en el coche). Siempre que estoy realmente enfadada con algún chico, me lo pongo y me desgañito cantando ésta y otras de sus canciones de despecho una y otra vez.
It was a slap in the face how quickly I was replaced. Are you thinking of me when you fuck her?

¿Y vosotros? ¿También os pasa que hay canciones que necesitáis oír más de una vez?

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Deconstruyendo mi soltería (vol. III): La ligereza de corazón

Hacía meses (¿tal vez nunca?) que no me sentía así. El corazón no me pesa, lo siento liviano en el pecho.

Han pasado meses muy duros, momentos de gran pesar. Otros han sido buenos o relativamente buenos, pero durante todo este tiempo, el corazón me pesaba, mezcla de insatisfacción, miedo, dudas y dolor.

Ahora no es así, la semana pasada estuve en Mallorca (como no) y fue uno de los mejores viajes que recuerdo haber hecho. A pesar de llevar 7 semanas seguidas yendo a la isla, algo era distinto: mi corazón llegó allí ligero y me permitió disfrutar como no lo había hecho antes en mis anteriores visitas.

Descubrí nuevos restaurantes (un japonés en especial simplemente espectacular! Mi nuevo restaurante japonés favorito) y, a pesar de comer o cenar sola, disfruté como nunca. Paseé por el centro de la ciudad, ¡es preciosa!, fui de tiendas y me senté en alguna terraza a leer y tomar un refresco al salir de trabajar.

No digo que me guste más comer sola que acompañada, pero sí digo que el hecho de estar sola no influyó en mi deleite. Porque no siento ataduras, ni responsabilidades, ni "¿hice todo lo que pude?", ni miedo, ni dudas, ni insatisfacción, ni prisa, ni inseguridad, ni dolor.

Estaba equivocada, Mallorca es preciosa... al menos con el corazón liviano.

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Deconstruyendo mi soltería (vol. II): La independencia emocional

Al hilo de mi anterior entrada sobre la apatía sentimental, observo en mí un cambio muy importante: independencia emocional.

No tengo ganas de depender de nadie para hacer las cosas, ni para sentirme bien o mal. No necesito a nadie que me haga reír ni me hace falta nadie que nuble mis días.

No quiero decir que no quisiera tenerlo, sí quiero, pero en un futuro. No ahora. Quiero hacer las cosas que me gusta hacer sin acordarlo con nadie antes, quiero ver todas las pelis ñoñas que quiera sin tener que suplicarlo, quiero llamar a quien me apetezca llamar o enviar un mensaje sólo cuando quiera hacerlo y no cuando tenga que hacerlo.

Me siento bien. Llevo ya un tiempo así y me gusta. Voy a aprovechar este momento al máximo, a sacarle todo el jugo, quiero disfrutar de mi independencia porque llegará un día (y llegará) en el que querré ligar mi vida a la de alguien y, aunque conserve mi parcela de independencia, tendré que compartir y querré además hacerlo.

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Deconstruyendo mi soltería (vol. I): La apatía sentimental

Y vete aquí que yo, que siempre he sido muy enamoradiza, y que siempre me he sentido irremediablemente atraída por chicos que me parecieran tremendamente interesantes, me encuentro ahora apática sentimentalmente.

Conozco a chicos interesantes, encantadores, inteligentes, cariñosos, cuidadosos... grandes personas en definitiva, y les aprecio... como amigos.

Entonces es cuando una se pregunta: "¿Tendré el corazón tan blindado a prueba de golpes que no quiera ya sentir más?". Analizo mis emociones y sigo encontrando ahí dentro las ganas de enamorarme, la ilusión de encontrar a ese ÉL que vuelva a hacerme vibrar de amor y deseo. Eso no ha cambiado, así pues ¿qué?.

Entonces caigo en la cuenta. Llevo desde los 16 años empalmando una relación con otra, no de seguidilla, pero definitivamente sí con relativamente poco espacio entre una y otra. Tal vez mi corazón me esté diciendo: "Para, descansa, es momento de estar contigo misma, es momento de quererte y de mimarte tú a ti misma y coger perspectiva. Todo llegará en su momento".

Y como él me lo dice, y como es mi corazón, habrá que hacerle caso y darle lo quiere, no sea que por intentar ignorarle vaya a ser infeliz. ÉL llegará en su momento, de eso estoy segura, no me cabe duda.

Así que aquí estoy, compuesta y sin novio... ni ganas tampoco! ;)

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Resultado de la encuesta: "¿Cuántas parejas formales has tenido?"

Tras 211 votos (la encuesta más votada hasta la fecha), el resultado ha sido:

· 31 personas (14%) nunca han tenido una relación formal
· 144 (68%) han tenido entre una y tres parejas, la amplia mayoría (entre los que me cuento).
· 31 (mismo porcentaje que "ninguna", el 14%) han tenido entre cuatro y siete, que no está nada mal...
· Y llegamos a lo fuerte: 8 personas, el 1%, han tenido entre ocho y diez parejas f-o-r-m-a-l-e-s, y lo que es aún más fuerte...:
. 2 personas (que no llegan al 1%) han tenido ¡¡MÁS DE DIEZ PAREJAS FORMALES!!

Y mi pregunta es: "Madre mía, ¿cómo lo habéis hecho? Y sobre todo, ¿cómo no habéis muerto en el intento?" O_O

Inauguro aquí la nueva encuesta: "¿Es bueno volver con un ex?", tema propuesto por una Anónima en un comentario (gracias Anónima).

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Hijo de la luz y de la sombra

La sala está a oscuras, el escenario también. Desde donde yo estoy alcanzo a ver un piano, un violín, una batería, una guitarra y un teclado delante de una enorme pantalla.

Salen unas personas al escenario y el público que abarrota las localidades del Palma Arena (prácticamente lleno a pesar de que a esa misma hora el Real Mallorca y el Real Madrid se van a jugar media liga de fútbol a apenas un kilómetro de allí) comienzan a aplaudir.

Los músicos arrancan los primeros compases y en la pantalla se ve una proyección, pero ÉL no está en el escenario. De repente se oye su voz entonar los primeros versos de Tres heridas. Aplausos enloquecidos. Pero, ¿dónde está?, ¿de dónde sale su voz? Le busco por el escenario, pero no le encuentro.

Y de repente entra en escena, parte del público se pone en pie para recibirle. Es la primera vez que le veo en directo en mi vida y me emociono. Se me eriza la piel y se me humedecen los ojos. Serrat, ese increíble músico, compositor y cantante que me ha acompañado desde mi niñez está ahí, a apenas unos metros de mí. Le veo mayor, pero su voz sigue siendo un portento ¡y hace apenas un mes que le operaron del pulmón!

Termina la canción, el público aplaude y él, en catalán, nos explica que el concierto es un homenaje a Miguel Hernández y todas las canciones que van a interpretar serán las versiones de sus poemas para conmemorar el centenario de su nacimiento. "En otra ocasión haremos un concierto sólo de grandes éxitos a petición popular", nos dice.

Y da comienzo Del ay al ay por el ay que ejemplifica a la perfección la fuerza expresiva de Miguel Hernández.

Le siguen La palmera levantina, la conmovedora Las desiertas abarcas y El niño yuntero, que no importa cuántas veces la haya escuchado en estos años, siempre me estremece. Acompaña a la música un vídeo en el que se muestran imágenes de niños de la guerra o explotados.

Después, Dale que dale, El hambre y, entonces... Elegía, la versión del poema de 1936 "Elegía a Ramón Sijé" y de nuevo las lágrimas toman mis ojos, sólo que esta vez los desbordan y caen rodando por mis mejillas... "No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta"... Os lo recomiendo, uno de los poemas más desgarradores y hermosos que yo haya leído.

El público ovaciona cada interpretación, y éstas se suceden sin descanso: Tus cartas son un vino que el poeta dedicó a "mi gran Josefina adorada", Si me matan, bueno que a mí se me antoja llena de optimismo a pesar de su mensaje, Menos tu vientre... Y de nuevo rompo a llorar con Canción del esposo soldado... Simplemente no puedo imaginar cómo debió de ser estar luchando en la guerra y escribir esos poemas para su amada esposa...

Durante los aplausos algún espectador pide a gritos: "Joan Manuel!! Para la libertad!!!", pero él sigue con su repertorio: Cerca del agua, Sólo quien ama vuela y El mundo de los demás.

Y en el momento en el que se acallan los últimos aplausos arrancados, suenan los primeros compases tan reconocibles de Nanas de la cebolla. Si escucharla en cualquier momento me emociona como comenté anteriormente, no es de extrañar que de nuevo me echara a llorar de la emoción al verle interpretarla en directo, con esa voz que llenaba aquel espacio tan diáfano, con esa sensibilidad tan única...

El público, yo incluída, se pone en pie rindiendo tributo aún antes de que acabe de cantar. Serrat nos tiene a todos embelesados, hipnotizados, disfrutando con él de cada nota, de cada verso... Es mejor incluso de lo que había imaginado, es simplemente genial.

Interpreta después Hijo de la luz y de la sombra, que da título al álbum y al finalizar esta canción, para mi sorpresa (pues pensaba que con ella cerraría el concierto), Serrat empieza a cantar Para la libertad. Los espectadores cantamos con él, el público se entrega y, de nuevo, se pone en pie para aplaudirle mientras aún suenan los últimos versos... El vello de punta...

Quedan dos canciones para dar por finalizado el concierto: Historia conocida y Uno de aquellos. Al final, el público en pie le ovaciona y le pide otra insistentemente.

Serrat accede y vuelve a cantar Del ay al ay por el ay y Dale que dale. Me río al verle hacer algunos movimientos... En mi opinión Joan Manuel nunca se ha caracterizado por tener mucha gracia moviéndose. No le hace falta. Él domina el escenario, es suyo. Llena el espacio con su música y con su voz, deleitando a cada uno de los espectadores. Tal vez no te guste su música, pero si le ves en directo, es imposible no sentir admiración por él. Simplemente imposible.

Y hay que destacar que cada una de las canciones ha estado acompañada de un vídeo, y que estos han sido realizados por gente tan eminente como Isabel Coixet, Jose Luis Garci, David Trueba y Bigas Luna, entre otros.

Y hemos llegado al final. La ovación dura minutos. Serrat, que no ha hecho ni una pausa en la hora y tres cuartos que ha durado el concierto, ni siquiera para beber, da las gracias a todos aquellos que han hecho posible el espectáculo, al público, "i al meu metge, que ja té feina, ja... que ha fet tot un treball de 'corte y confección' " ("y a mi médico, que ya tiene trabajo, ya... que ha hecho todo un trabajo de corte y confección"). Yo también le doy las gracias mentalmente y ojalá que nos permita seguir disfrutando de tamaño artista durante mucho tiempo más, porque Joan Manuel Serrat, como diría su gran amigo Joaquín Sabina en aquella canción, "es todo un maestro, un lujo para el alma y para el oído y cuando canta, le tiembla el corazón en la garganta"...

Gracias, Joan Manuel, por una noche inolvidable, por todo tu arte, por tu pasión. Gracias.



P.D.: Del famoso "Palma Arena", mejor no hablar...






Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.

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Dick y Rick Hoyt

Estoy sentada en mi habitación del hotel, hoy ha sido un día agotador de trabajo. El cansancio acumulado estas cuatro semanas seguidas viajando (y suman ya seis de las últimas ocho) me pesa en los hombros y me agarrota el cuello. Es la consecuencia de tener que levantarte a las cinco y media de la madrugada para coger un avión y ponerte a trabajar en cuanto llegas a tu destino hasta la noche. Después te vas a dormir a esa habitación de hotel, que por cómoda y bien diseñada que esté, no es la tuya y, con muchísima suerte, enlazas cinco o seis horas de sueño seguidas. No es suficiente para reponerte de la maratón y aún te espera otro día entero.

Y eso que ayer vi a Serrat. Debería decir que ayer disfruté de Serrat... Pero eso lo contaré mañana. Y será mañana porque esta noche, al sentarme aquí a escribir sobre el memorable concierto al que tuve la suerte de asistir anoche, he encendido la televisión para que me hiciera compañía y he visto algo en El hormiguero, de Cuatro, que me ha emocionado tanto que siento que tengo que plasmarlo aquí. Es el relato de Dick y Rick Hoyt.

Porque a veces, cuando las preocupaciones cotidianas nos superan y sentimos que la vida nos machaca, que las cosas no salen como nos gustaría, que todo es de color gris, perdemos la perspectiva y nos olvidamos de que hay cosas más duras e importantes en la vida... Como el amor, como un hijo...



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El colmo...

E-mail de Meetic (copio y pego):

Hola, Que tal?
> >
> >Me llamo Jose, tengo 34 años, y no fumo. Pero el humo no es problema para
> >mi. Naci en alemania, estudie en alemania y vivo ahora en
> >Alicante. Hablo aleman, ingles y castellano. Trabajo aqui para una empresa
> >de alemania y me encanta España.
> >
> >.
> >
> >Soy catolico, , altura: 1,83 m, sincero, simpatico, cariñoso, sano,
> >trabajador y tengo mucha educación.

> >A mi me gustaria a concocerte un poco mas.
> >
> >Te doy tambien mi msn > >
> >msn y e-mail: ******@hotmail.com
> >
> >
> >Un beso.
> >Jose

Si los números no me fallan, los ">" me indican que soy la tercera persona que recibe este e-mail en plan forward, no?

En serio, ¿alguien cree que así se puede despertar el interés?

Ufff...

116

Te echo de menos...

in
Aún a pesar de todo, aún a pesar de TODO, te echo de menos.

Ojalá sepas que hablo de ti cuando/si lees esto...

66

¡¡Voy a ver a Serrat!!

¡¡¡¡¡Síiiiiiiiii!!!!!

Llevo tres semanas seguidas viajando a Mallorca por trabajo y me quedan por lo menos otras tres. Mirando las fechas y lugares de la gira de Serrat, vi que casualmente actúa en Mallorca ¡este miércoles!

Iba a ir yo sola, en plan "reto del singlicismo", pero se han ofrecido a acompañarme y, siendo honesta, además de que la compañía será estupenda, prefiero no ir sola...

Estoy muy contenta e incluso emocionada. Hace seis años a Serrat le operaron de un carcinoma en la vejiga. Temí entonces que se retirara y jamás pudiera verle en directo. Se recuperó estupendamente y siguió publicando y actuando. Hace apenas unas semanas le detectaron un nódulo en un pulmón y le operaron urgentemente ya que él quería retrasar lo menos posible el inicio de la gira de este último disco, "Hijo de la Luz y de la Sombra", un homenaje a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento.

Sé que no va a cantar ninguno de sus clásicos y que el concierto versará únicamente acerca de las adaptaciones de las obras de este soberbio poeta. Sinceramente, preferiría ir a ver a Serrat en una gira de grandes éxitos, ya que para mí él es uno de los mayores letristas y compositores de este país, sus canciones son pura poesía y Serrat representa mi niñez. He crecido escuchando esa cinta de cassette que vivió más de 20 primaveras y que sonaba impepinablemente en el coche de mi padre (ahora en su coche nuevo sigue sonando Serrat, claro, pero en formato CD), para mí Serrat es mi padre cantándome Penélope antes de irme a dormir, es Mediterráneo, mi mar...

Sin embargo el destino ha querido que coincida en tiempo y lugar con él en Mallorca, en esta nueva gira que es más homenaje a Miguel Hernández que a sí mismo, pero yo no voy a dejar pasar la ocasión de verle en directo, ¿quién sabe si volveré a tenerla?

Hoy dejo aquí la versión de Serrat del poema de Miguel Hernández que más me emociona, Nanas de la cebolla. Este poema lo escribió estando ya preso en la cárcel por la dictadura franquista después de recibir una carta de su mujer en la que le contaba que en la casa sólo les quedaba cebolla y pan y sufría al tener que amamantar a su hijo de 8 meses con caldo de cebolla. Él le contesta en otra misiva con este poema en el que expresa su dolor al estar lejos de ellos y no poder ayudarles, pero a la vez, incide y reincide en un mensaje optimista de que pronto llegarán tiempos mejores. Miguel Hernández moriría de tuberculosis en esa misma cárcel sin haber vuelto a ver a su mujer ni a su hijo.

Se me eriza la piel...


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