Rutina
Mi vida ha entrado en una dinámica rutinaria en los últimos tiempos y me pasan pocas cosas interesantes.
Sigo sin tener apenas planes los fines de semana, excepto algún cine o alguna cena, así que básicamente como comida japonesa y veo películas y series. Pero como esto ya lo he contado, ¿para qué repetirme?.
De momento no viajo (empezaré en breve) y tampoco tengo anécdotas de aeropuertos conmigo como protagonista corriendo de terminal a terminal.
Ya no sufro de mal de amores, por lo que no siento la necesidad de escribir sobre ello.
Meetic es un tostón en el que honestamente no veo a nadie interesante. Sólo me contactan hombres de más de 40 años y/o que viven lejos. En principio (y como siempre he dicho, según el filtro que cada uno aplique) no me interesa conocer a hombres separados/divorciados (algunos todavía casados!!) con hijos. En cualquier caso, si alguno me pareciera original o interesante en su descripción, le daría una oportunidad, pero ni por esas.
En este momento he acabado varios de los cursos a los que me apunté y, en espera de que lleguen nuevos (me apunto en breve), no estoy haciendo nada diferente en mi día a día.
De modo que, efectivamente, mi vida ha perdido frescura y estoy en un momento de (dulce) rutina (¿estabilidad?). Y me gusta, para qué mentir. Me gusta esta tranquilidad que tengo últimamente y aunque me preocupa echar un vistazo a mi semana y ver que tengo pocas cosas que contar (o ninguna), la verdad es que es reconfortante.
Recuerdo que el año pasado todo era una vorágine de cosas, emociones, descubrimientos, actividades... y a veces tenía el cerebro tan activo que no podía quedarme dormida por las noches. No lo echo de menos.
Y aunque tengo proyectos y algunos relacionados con este blog (lo contaré en su momento), supongo que hasta que dentro de poco pase el letargo invernal y vuelva a meterme de pleno en mil y una actividades, no tendré muchas cosas que contar.
Mientras tanto se me ocurre, ¿a alguno de los que me leéis os gustaría colaborar conmigo aquí?