Cómo hemos cambiado...
No eran como los que todas las niñas tenían:
Los míos eran más cañeros, negros con las ruedas amarillas, me encantaban.
Los viernes por la tarde mi prima venía a buscarme a casa después del cole. Salía de casa en vaqueros con los patines enfundados, sin llevar zapatillas de repuesto ni ningún tipo de protección. Llegaba a casa tres horas después sin haber parado de patinar en toda la tarde.
Después de aquello tuve una par de patines más, en línea ya, pero poco a poco mi afición por patinar se fue diluyendo entre los chicos y las salidas a los pubs y discotecas de los fines de semana.
Hace poco me compré unos patines en paralalo en plan retro, de un estilo muy ochentero que me encantaron.
Hoy he bajado a patinar con Monsoon por las zonas comunes de mi finca. Llevaba protecciones en las manos y muñecas porque ponerme las rodilleras y las coderas me ha parecido exagerado. He pensado que de niña lleva siempre las rodillas peladas y no pasaba nada.
Tal vez debería haber considerado que no recuerdo haberme caído desde 2005 y que, ahora que me arrrrde la rodilla izquierda, he tenido que recordar lo que escuece la maldita agua oxigenada.
He patinado unos 15 minutos y llevo betadine hasta (sobre todo) en el orgullo propio.
*Auch*