Jennifer Aniston y yo
Vale que no soy rubia. Vale que no tengo su tipazo. Vale que no soy una celebrity ( ...todavía ☺). Vale que no tengo su dinero ni su glamour ni su acceso a tratamientos estéticos / cremas / potingues varios / joyas / ropa carísima. Vale.
Pero Jennifer Aniston está soltera. Sí, sí, como yo. Y está soltera ¡¡a pesar de todo lo de antes!!. Si a alguien como Jenny (voy a llamarle así porque ya somos casi íntimas) le cuesta tener pareja, debe de ser porque es muy difícil encontrar a alguien con quien conectar a lo grande.
Claro que Jenny creyó haber encontrado ese gran amor... pero (el maldito) Brad Pitt le puso los cuernos con Angelina Jolie y le dio plantón.
¿Habrá superado Jenny su ruptura con Brad? Muchos dicen que no. Yo pienso que sólo ella lo sabe. Pero lo que está claro es que no ha encontrado desde entonces a nadie "especial" (entendiendo esto como "alguien especial para ella").
Sí, compararme con Jennifer Aniston es un pobre consuelo, pero de algún modo pone las cosas en su sitio, sobre todo para las que hemos sufrido por amor y para las que nos preguntamos a veces "¡¡¿pero es que no hay ninguno ahí fuera para mí?!!". Es una forma de recordarnos que esto pasa en todas partes, les pasa a los ricos y a los pobres, a los guapos y a los feos. Porque esa conexión que hace que digas "sí, lo tengo claro, eres tú" no se encuentra en el dinero, ni en la belleza, ni en el poder... Está en el corazón y en eso, por suerte o por desgracia, somos todos iguales, como Jenny... y como yo...