Edu.
A pesar de que mi idea no es para nada encontrar al amor de mi vida por Internet sino más bien conocer gente, distraerme y hacer "cosas distintas", confieso que Edu llegó a embelesarme de algún modo.
Él dice que fui yo quién contactó primero con él. Sinceramente, no lo recuerdo. Yo sé que él me escribió un e-mail y que yo le di mi dirección de messenger para que pudiésemos chatear.
Así empezamos a hablar y la conexión fue muy grande, tanto que él me dio su teléfono prácticamente en seguida y eso que decía que no se lo daba a nadie.
Hablábamos cada noche durante horas. Recuerdo estar yo de viaje de trabajo en Mallorca y pasarme las horas nocturnas hablando con él. Era un chico muy dulce y muy alegre, aunque a veces me parecía un tanto engreído. Por ejemplo, casi siempre hablábamos de él y, aunque él se hacía el tonto, se le notaba a la legua que se sabía muy atractivo.
Y ciertamente lo era! Aunque eso no me llamaba especialmente la atención de él. Nunca me he sentido atraída por "guapos convencionales". Y menos esos que tienen bíceps de gimnasio y el pelito cortado perfectamente a la moda. Me suelen gustar más los chicos más normales, de aspecto más cálido, de esos que no parecen que si les abrazas te vayas a hacer daño!
Por fin un día, después de estar hablando durante 6 horas seguidas por teléfono, decidimos quedar. La verdad es que me puse muy nerviosa e incluso planeé qué ponerme, dónde ir a cenar...
Sin embargo la velada no resultó como a mí me habría gustado. Él no pareció estar tan interesado como yo en esa cita, ya que salió bastante tarde de Valencia (sí, éste se dignó a venir él) y se notaba (y aparte me lo dijo) que llevaba la misma ropa todo el día.
En fin, llegó casi una hora tarde y pasó a recogerme con su BMW deportivo. Reconozco que el coche ya no me gustó, me pareció un coche incómodo que alguien se compra en gran parte para presumir. Y la verdad es que también me pareció un coche que se compraría alguien poco maduro ya que si bien es bonito, no es un coche elegante o con clase, sino un coche para correr y lucir.
Espero no parecer superficial con esto, pero sí pienso que de alguna forma el coche que elegimos comprar lo elegimos en base a alguna premisa, no? Yo por ejemplo, me compré un Yaris porque es un coche pequeño, que puedo aparcar en casi cualquier sitio, con tecnología japonesa y que además me salió tirado de precio. Sacad vuestras propias conclusiones...
Una vez dentro del coche, de camino al restaurante, constaté que tenía una sonrisa impresionante... pero me pareció un poco inmaduro. Seguro que pensáis que después de tantas horas hablando, cómo me lo podía parecer precisamente ahora, pero eso es lo que pasó. No sabría decir porqué le notaba tan diferente, pero el caso es que así era.
La cena estuvo bien, aunque él habló el 80% del tiempo (y eso que generalmente yo no callo ni debajo del agua!!). Le llevé a un restaurante brasileño y a él, que nunca había comido en esta clase de sitios, le encantó.
La cena se alargó y cuando ya cerraban el restaurante decidimos marcharnos. De camino al coche me di cuenta de repente de que yo no había intentado flirtear con él ni una sola vez. Es decir, nada de miraditas, de sonrisas pícaras, de frases con doble sentido... Nada. Cero. Qué raro, no? Un chico guapo, simpático, con una sonrisa de las que seguro derretirán a cientos de chicas... y no me nació ni por un momento.
Tras este descubrimiento me di cuenta de que estaba realmente cansada. Había sido un día muy largo y con bastante nerviosismo y ahora toda mi energía me estaba abandonando. Y mientras yo pensaba esto, llegamos a su coche. Para mi sorpresa no arrancó, sino que se reclinó un poco en su asiento y siguió hablándome de su empresa. "Está claro que le apasiona" pensé y eso me enterneció... pero como un cariño fraternal. Le di algunos consejos sobre todo en lo que a dirección comercial y gestión en general se refiere, pero empecé a sentir los párpados realmente pesados, apenas podía tener los ojos abiertos.
He tenido "bajones de sueño" en más de una ocasión, generalmente en la sesión de la una de la madrugada de una peli mala o después de cenar, ducharme y tumbarme en el sofá, pero jamás me había pasado en medio de una conversación!! Lo pasé mal intentando disimular y me sabía mal también decirle que me llevara a casa, así que aguanté con toooodas mis fuerzas.
Finalmente, a eso de las dos de la madrugada, me dijo de ir a casa a dormir y me pareció la mejor de las ideas.
Lo cierto es que estuve a gusto durante toda la velada (no como en la ocasión anterior), pero él me pareció todo el tiempo muy aniñado y no surgió nada entre nosotros.
Ahora, hoy por hoy, a pesar de que nunca hemos vuelto a quedar, quiero pensar que no tengo mala relación con él, aunque ésta es prácticamente inexistente...
... Y es que, por definición, la química no tiene nada que ver con lo físico...