¡Qué genial es ser un "single"!
Está claro que sobre el papel no tengo motivos para quejarme: Tengo 30 años, un buen trabajo, un piso, una buena familia y muchos amigos. Y aún así, odio mi vida.
Tengo un piso en el que no vivo porque no quiero sentirme más sola aún de lo que ya me siento, así que prefiero seguir en casa con mis padres, para por lo menos cenar rodeada de gente y tener conversación... Porque yo por hablar, hablo hasta con mi perrita, pero ella más allá de mover el rabito, poco me dice...
Y tengo muchos amigos, sí, amigos que estarían ahí si los necesitase pero que no están en el día a día, para salir, para hacer cosas distintas, para divertirnos, para conocer gente nueva. Todos están casados o dispersos y es imposible sacarles de casa.
Y claro, está el amor… Ayer lo dejé con Javi, el último de una lista inacabable de fracasos.
Imposible comunicarse con él, testarudo, inflexible, intransigente e intolerante. La última adquisición de esa lista que ya se pasa de larga…
Alexis, Abel, Pablo, Diego…
Estoy segura de que recibiré muchas críticas por quejarme cuando mi vida es a priori buena (eso suponiendo que alguien me lea), pero cada uno es un ser único con sus sentimientos únicos y yo no puedo evitar sentirme como me siento.
"Single", es un apelativo de moda. Parece que mola ser single, que el perfil del single es atractivo: aproximadamente 30 años, soltero (condición sine qua non), con carrera universitaria, culto, con un buen trabajo...
Pues bien, a mí no me gusta ser single. No es que quiera casarme, ni mucho menos, pero si ponemos "single" en internet, aparecen muchísimas entradas de páginas web en las que puedes "encontrar a otros singles como tú". Y yo pienso: "Genial, parece que sea un mutante de los X-Men y necesite juntarme con otros entes de mi especie..."
Pero es que resulta que, al final del día, la mayoría de los singles estamos S-O-L-O-S. Por eso es necesario encontrarnos, para compartir actividades que no podemos compartir con nuestros amigos emparejados. Somos los "nones", los "impares"... en definitiva, los que estamos solos.
Por supuesto estoy absolutamente convencida de que habrá quien disfrutará siendo single. Hay gente para todo, pero yo hasta ahora no he conocido a ningún soltero que quisiera seguir siéndolo por mucho más.
No es genial ser un single...