"Viajus horribilis" (1ª parte)
8:15h. Me meto en la ducha, no queda gel. Salgo de la ducha y de puntillas y empapando el suelo, llego al mueble, lo abro mientras empiezo a tiritar y me hago con la botella nueva.
8:40h. Entre secarme, vestirme y maquillarme ya voy mal de tiempo. Saco a la perra a pasear. Está lloviendo a cántaros. Me mojo entera. La perra también. Volvemos corriendo. El paraguas no se cierra (¡mierda!). Tengo que secar a la perra con el secador. Definitivamente llego tarde.
9:15h. Me persono en la peluquería. Mi idea es aprovechar un vale para una hidratación para que me hagan el pelo liso y no necesitar llevarme nada en la maleta más allá de un coletero y unos ganchitos. Total, es una noche. Le recuerdo a la Señorita Peluquera que a las 11:00h como muy tarde he de salir hacia el aeropuerto. "No pasa nada" -me contesta- "tenemos tiempo de sobra".
9:30h. Ya me han puesto el producto hidratante y me hacen pasar debajo de un aparato al que llaman sauna. ¡Horror! voy perfectamente maquillada, no creo que la humedad me haga mucho bien...
9:40h. Efectivamente, me caen gotas de vapor por la frente y los laterales de la cara. Al quitármelos lo mejor que puedo, constato que me llevo detrás el maquillaje y/o colorete. Estupendo.
9:50h. Suena la alarma del cacharro. Parece que he terminado, ¡por fin!. El vapor va cesando y el calor también.
9:51h. Viene la Señorita Peluquera. Rueda de nuevo el reloj del cacharro infernal. Se va. Vuelve el vapor.
10:01h. "Sólo le falta el masaje" dice la Señorita Peluquera a la Señora Peluquera justo cuando vuelve a sonar la alarma de la sauna.
10:05h. El masaje, lejos de ser relajante, es una agonía. Los tirones de pelo que me pega esta mujer hacen que se me salten las lágrimas. Estoy por decirle algo, pero cada vez que abro la boca, la tortura cesa. ¿Será esa la táctica...?
10:10h. Me siento para que me sequen el pelo. "No lo querrás liso, ¿verdad?" me dice la Señora Peluquera. Miramos por la ventana. Agua a mares. "Bueno, márcamelo ondulado, mejor..." le contesto.
10:11h. Me pone un producto en el pelo. Me quedo con el nombre para, si me gusta, comprármelo en ebay. Empieza a secar mientras me cuenta algo de un cursillo de peluquería al que asistió el lunes.
10:31h. Lo que me está haciendo en el pelo no sé qué @#$% es. Parece encaje de bolillos. Me lo seca liso con el secador y luego me enreda unos cepillos redondos de medias a puntas y me los deja colgando del pelo. En este momento contabilizo 6 cepillos colgantes alrededor de mi cabeza... WTF?
10:35h Al parecer la técnica consiste en enroscar el pelo para que coja forma ondulada. En mi caso el pelo se pega literalmente consigo mismo y para sacarme los cepillos de la maraña de pelo, la Señora Peluquera tiene que pegar tirón hasta que o bien se lleve mi cabeza detrás o bien me arranque el mechón de pelo de raíz. Lo que llegue antes. A punto estoy de decirle que corte con tijeras directamente por donde pueda cuando me explica que esto es cosa del producto que me ha puesto para fijar (nota mental: NO comprarlo en la vida) y decide hacer las cosas con paciencia y desenredar poco a poco.
11:00h. Ya estoy. Pago (aunque parezca mentira, pago). Parezco la Pantoja. Llego al coche. Bueno, voy más o menos bien de tiempo. Mierda, estoy en reserva. Paro en la gasolinera.
11:10h. Entro en la autopista. No pasa nada, está todo bajo control.
11:55h. Un par de infracciones de tráfico más tarde estoy ya en el aeropuerto. Voy a facturar. Se me olvida decirle a la antipática que me atiende que me ponga delante y en pasillo, por favor. Me da el asiento en la fila 22, ventanilla.
12:00h. Voy al cajero del aeropuerto. No funciona. No pasa nada, tengo por lo menos por lo menos 5€ (¡toma ya!). Con eso me llega para comprar una revista con la que entretenerme hasta el embarque.
12:05h. Llego a la cola para pasar por el arco de seguridad. Hay dos: una corta y una larga. Lógicamente me pongo en la corta. Craso error. La lógica no puede nada contra la aplastante ley de Murphy. Pero ¿¿¿es posible que la ley de Murphy sea la única aplicable en el 100% de los casos sin excepción??? Pasmada y con cierto punto nerviosillo ya, veo como la chica que iba delante de mí antes de ponerse en la otra cola, está ya recogiendo sus cosas al otro lado del arco. A mí me quedan varias personas por delante, entre ellos una madre con un carrito, dos guiris y una familia gitana.
12.07h. Los padres del niño del carrito no se aclaran para plegar el carrito y pasarlo por la cinta detectora. "¿No podemos pasarla por aquí?" pregunta el padre señalando el arco detector de M-E-T-A-L-E-S.
12:08:15h. El Señor Guiri pasa por el arco y éste pita. Le dicen en español y gesticulando que saque lo que tenga de los bolsillos.
12:08:35h. El Señor Guiri vuelve a la cola. Deja monedas y llaves en una bandeja. Pasa. Pita. Le señalan el cinturón.
12:08:45h. El Señor Guiri vuelve, se quita el cinturón y lo deja en otra bandeja. Pasa. Pita. "Señor, el reloj también, haga el favor", le dice el Señor de Seguridad señalándole la muñeca.
12:09:55h. El Señor Guiri vuelve, se lo quita, lo pone en una bandeja. Ya tiene cuatro bandejas esperando al otro lado. Pasa. No pita. ¡¡Aleluya!!
12:10h. Pasa la familia gitana por el arco. Paran la cinta, así que no puedo poner mis cosas. "Señor, tiene usted algo punzante en la bolsa" le dice el Señor de Seguridad II. "¿Yooo?", contesta el Señor Gitano. "Sí, señor, haga el favor de abrir su bolsa y retirarlo". El Señor Gitano abre la bolsa y revuelve mientras niega con la cabeza. Le señalan en la pantalla dónde está el objeto, al parecer en el fondo del todo. Estoy crispada e irritada. La chica que estaba delante de mí debe estar ya en Oslo.
12:11h. El Señor Gitano saca una navaja de 10 cms de largo (cerrada) de la bolsa. Se la quitan y le dicen que si quiere, puede salir a dejarla en otro sitio o se la confiscan, pero que no puede llevarla dentro del aeropuerto. "Pero si es mía", se queja el Señor Gitano. Por suerte mientras discuten han vuelto a poner en marcha la cinta. He metido el cinturón, el reloj, los pendientes y una pulsera dentro del bolso. Me quito los zapatos corriendo y los dejo también en la cinta. Paso por el arco. No pita. ¡Eureka!
12:13h. Después de volver a vestirme, decido tomarme un refresco hasta que llamen al embarque y relajarme un poco leyendo la revista.
12:15h. Haciendo malabarismos con la botella, el vaso de papel, el bolso, la maleta de mano, la cartera y la tarjeta de crédito, consigo pagar e ir a buscar una mesa.
12:35h. "Última llamada para los pasajeros del vuelo Air Europa 4009 con destino Palma de Mallorca. Señores pasajeros, embarquen URGENTEMENTE por la puerta C9". ¡¡¿¿ÚLTIMA LLAMADA??!! ¡Se me ha pasado la hora! Salgo corriendo. Llego la última. Enseño mi DNI y mi tarjeta de embarque y entro en el avión.
12:40h. Estoy sentada en mi asiento. No tengo a nadie al lado, así que me siento en el pasillo (¡chúpate esa, antipática azafata de tierra!). Me entra el sueño.
13:00h. Estoy dormida cuando me ponen una mano en el hombro. Doy un respingo. "Ponga el respaldo de su asiento en posición vertical, por favor" me dice un asistente de vuelo (creo que ahora se llaman así). Mierda, no me había dado cuenta. Me ha cortado la seguidilla del sueño.
13:00h. El avión empieza a moverse. Quiero volver a quedarme dormida antes de despegar. Tengo la sensación de que hoy me voy a marear si no lo consigo.
13:05h. Estamos en el aire. Es como ir en el Dragón Khan de Portaventura. Al parcer he escogido el mejor día del mundo para volar. Hace un viento endemoniado en Valencia... y en el Mediterráneo... y en Palma de Mallorca...
13:30h. No aguanto más de tanto bote y tanta presión en el cuello. Estoy empapada de sudor frío (a la mierda el maquillaje) por la frente, la espalda y hasta la corva de las rodillas. Si muevo la cabeza se me encoge el estómago. Intento aguantar, falta poco para aterrizar. Han avisado de que en breves minutos aterrizaremos. Miro por la ventanilla, ¿aterrizar? ¡Estamos dando toda la vuelta a la isla en vez de entrar directamente! Será por el viento...
13:31h. Basta. No aguanto más. Me siento fatal. Vomito glamurosamente (esto es, sin hacer ruido) en una bolsa de papel. Suerte que voy sola porque me da una vergüenza mortal. Genial, este viaje está siendo simplemente genial.
13:35h. Aterrizamos. Tengo la tensión por los suelos y ahora me toca ponerme a trabajar. Estupendo.